Condensaciones superficiales en el interior de la vivienda

Las humedades en el interior de la vivienda es uno de los problemas que más se repiten, y no siempre viene dado por una filtración de agua desde el exterior. La humedad por condensación, la mayoría de veces se genera en la cara interior de los cerramientos debido a un aislamiento deficiente, que provoca un enfriamiento de la zona haciendo que el aire, en contacto con la cara interior del muro, se enfríe también de una manera brusca por debajo de la temperatura de rocío. Asimismo, otra de las causas es no airear bien las habitaciones produciendo un excesivo nivel de vapor en el ambiente y, cuando supera el 45%,  se genere la condensación del agua.

Un hogar con problemas de condensación es muy fácil de identificar: hongos y mohos en esquinas y paredes; cristales empañados en ventanas y espejos; mobiliario y otros objetos deteriorados e, incluso, riesgo en las instalaciones eléctricas.

Cómo evitar las condensaciones superficiales

Para la eliminación de condensaciones superficiales se deben de realizar acciones que provoquen un aumento de temperatura en el interior de la vivienda, así a mayor temperatura en el interior menor será la posibilidad de aparición de condensaciones superficiales. ¿Cómo hacerlo? Pues depende de dónde se viva, pero puede ser mediante una instalación de calefacción o aislando adecuadamente las zonas más sensibles al puente térmico.

Los puentes térmicos más habituales se encuentran en: zonas de encuentros de la estructura con el cerramiento, cantos de forjados o pilares; forjados sobre porches y espacios abiertos; contorno de huecos; cajas de persianas.

En estas áreas, cuando las condiciones climáticas son desfavorables, con abundante frío y/o lluvia, la carencia de aislamiento posibilita que la temperatura interior del cerramiento alcance la temperatura de rocío del aire interior y provoque la aparición de manchas de moho.

Otra variable que interviene en la formación de condensaciones es la humedad relativa ambiental, o cantidad de vapor de agua ambiental. Esta magnitud es difícil de mantener constante, ya que la tecnología actual y la forma de vida han aumentado la formación de vapor de agua: equipamientos de cocinas, mayor uso del aseo en duchas o baños, etc., y, por otro lado, ha aumentado en gran medida la estanquidad de las carpinterías.

El resultado de estas condensaciones es la humectación de la capa de aislamiento, que hace que se vaya reduciendo paulatinamente su capacidad aislante. En algunos casos, el agua no empapada por el aislamiento se desplaza hacia la parte inferior, produciendo una mancha de humedad a la altura de los forjados por el interior del edificio.

Fachadas ventiladas de aluminio

Las fachadas ventiladas de aluminio son un sistema constructivo idóneo para embellecer la envolvente de la edificación y aportar un aislamiento mayor al interior. Los proyectos de arquitectura moderna están eligiendo este recurso para añadir valor estético a sus construcciones.

La fachada ventilada de aluminio sirve como colchón térmico ahorrando energéticamente un 30% más que otras soluciones constructivas.

Es un sistema constructivo que requiere poco mantenimiento. Se compone básicamente de una hoja exterior, una capa aislante y una hoja interior. Su estructura lo hace muy resistente a los choques térmicos a pesar de su bajo peso.

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